LA BORREGUILLA

La finca “La Borreguilla” data de principios de siglo XIX y en su origen era uno de los principales molinos de la zona.

La linde de la finca la configura el Rio Gaidovar, afluente del Rio Guadalete, ofreciendo sitios particularmente bellos, donde poder disfrutar de la lectura o simplemente de la belleza del paisaje y la tranquilidad.

Su superficie de más de 25 Has posibilitan un entorno de descanso y disfrute, en donde se pueden compaginar actividades y paseos por olivares centenarios donde evadirse de la realidad, en una verdadera cura de stress.

Es especialmente destacable la gran diversidad de la flora que se puede encontrar en la finca, fruto de muchos años en los que se ha intentado conseguir un “jardín Botánico”, en el que podemos encontrar no solo olivos, quejigos o fresnos típicos de la zona, sino además cerezos, granados, membrillos, higueras… que se funden con una maravillosa huerta ecológica, así como con el jardín romántico donde los setos de boj, los rosales y las calas le imprimen su sello especial,

Un nacimiento de agua en la propia finca hace que esta fluya por toda ella, a través de pequeños arroyos y cauces que hacen que el agua sea una parte indispensable del lugar.

Otra zona especialmente atractiva es el lugar donde se encuentra la piscina, con merendero, cuya ubicación y entorno permiten disfrutar de un soberbio quejigal, así como de unas vistas impresionantes del macizo de Sierra que rodea a la finca.

La finca cuenta con “El Olivar”, un amplio jardín con olivos centenarios, el “Jardín Romántico” anteriormente comentado donde disfrutar de la tranquilidad mental y espiritual , y “El Huerto” donde en verano se puede disfrutar de sus productos ecológicos, fruto de su esmerado cuidado.

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La edificación actual esta dividida en varias partes:

La Casa Principal, la Capilla, el Molino Antiguo y las dependencias para el funcionamiento de la finca.

La Casa Principal Dispone en su planta baja de cocina totalmente equipada, amplio salón/comedor con chimenea y Biblioteca (antigua sacristía ) que proporciona acceso a la capilla.

La capilla privada, consagrada al culto, en la que los lugareños en otro tiempo acudían a misa y celebraban sus sacramentos, tiene un retablo del siglo XIX originario del Colegio de San Felipe Neri de Cadiz, y su particular estilo arquitectónico le confiere una gracia especial.

En Mayo se celebra la Romería de San Isidro y con tal ocasión la capilla permanece abierta para que siguiendo la tradición los romeros hagan un alto en el camino y hagan sus ofrendas a la Virgen del Rosario, imagen titular que le da nombre a la capilla.

En su planta alta, se sitúan los dormitorios, cinco habitaciones dobles con baño y un dormitorio habilitado para niños con 4 camas y baño.
Cuatro de las habitaciones dormitorio tienen balcón al jardín con impresionantes vistas de la Sierra de Grazalema.

Además de la chimenea, dispone de calefacción central de radiadores capaz de mantener una temperatura confortable en toda la casa.

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A tres kilómetros del pueblo de Grazalema, enclavada en uno de los Valles más hermosos de España, formando parte del corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en Cádiz, se encuentra la finca “La Borreguilla” en la Ribera del Gaidovar”, cuyo nombre nos delata su origen árabe.

 

La zona permite disfrutar de la naturaleza y de la singularidad de los pueblos blancos andaluces. Es por su riqueza paisajística, con especies autóctonas como el pinsapo o el quejigo; por sus huellas de asentamientos prehistóricos; por sus cuevas con pinturas rupestres, por la proximidad a la Villa de Grazalema; mezcla de arquitectura popular de calles estrechas sinuosas junto a un casco histórico y de gran belleza, en el que el barroco andaluz se muestra en todo su esplendor, destino ideal para disfrutar de un merecido descanso.

 

A la belleza y tranquilidad de la zona se suma la particularidad de su climatología pues pese a encontrarse en la provincia de Cádiz, Grazalema goza de un microclima especial que la convierte en la ciudad con mayor índice pluviométrico de España. No obstante el sol se hace presente y la lluvia aporta sobre todo un verdor propio del Norte. Además en pleno invierno se puede disfrutar del paisaje nevado que le reporta aún más belleza si cabe.

 

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Por sus peculiares características la finca “La Borreguilla” es el sitio ideal para el viajero que busca el descanso y la desconexión, para quien desee disfrutar de la naturaleza con rutas a pie o maravillosas excursiones a los pueblos cercanos de Grazalema, Ronda o Zahara de la Sierra donde disfrutará de nuestra singular cultura, arquitectura y tradiciones. También, para los que necesitan alejarse de la contaminación (visual, acústica y medioambiental) y encontrar otro ritmo de vida más pausado.

 

Sencillamente para quien desee disfrutar de la familia y amigos en el mejor de los entornos possible

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